'Tetada' española: las madres defienden el derecho a amamantar en público ante Primark (FOTOS)
Tetada a la española. Madres de toda España han acudido esta viernes a las puertas de tiendas Primark para protestar por la política empresarial de la tienda de ropa, que ha expulsado más de una vez a clientas de sus tiendas por amamantar en público.
El movimiento ha sido organizado por Carmen Vega, una mujer vallisoletana y madre de 3 niños que entró en el Primark de su ciudad el 10 de agosto amamantando a un bebé de 7 meses. El guardia de seguridad la invitó a usar los lugares habilitados para ello para no "incomodar a los clientes".
Carmen dió rienda suelta a su indignación en Twitter, y a su estela salieron a la luz numerosos casos de mujeres que habían recibido el mismo trato en locales de la cadena irlandesa, tanto en España como en otros países.
"Hemos oído de casos en restaurantes, en una piscina, en un museo...pero Primark acumula varias denuncias, y no conocemos otro caso tan asociado a una marca concreta", ha asegurado Carmen a El Huffington Post. Su reclamación aún no ha recibido respuesta.
El objetivo de la convocatoria frente a los locales es "normalizar el tema, que no se vea como un acto obsceno, sino algo normal. Los bebés no eligen cuando tienen hambre", sostiene Vega.
En la iniciativa participan dos afectadas de Jerez y Murcia que también fueron expulsadas por amamantar en un Primark. Además de reivindicar el derecho a dar el pecho en público, las concentradas entregarán una queja conjunta a los centros y otra a la Defensora del Pueblo. "A ver si hacen una ley que nos proteja de la discriminación", espera Carmen.
"PARECES UNA GITANA, TODO EL DÍA CON LA TETA FUERA"
En la capital, las madres se han concentrado frente al Primark del centro comercial Isla Azul, en Carabanchel (Madrid). Unas 30 habían confirmado su asistencia, pero al final fueron más de 50, algunas acompañadas de sus parejas y otras sin sus hijos.
Aida Martín López, técnico de laboratorio de 30 años, ha acudido a la convocatoria "para reivindicar el derecho de los bebés a amamantar en cualquier lugar". Ha acudido con su niña de 7 meses, que mama mientras su madre cuenta que tiene un hijo más mayor al que amamantó hasta los 3 años.
"Creo que la lactancia materna tiene poco apoyo, las madres a veces se ocultar para dar el pecho, y cuanto más se vea más normal será. Como mínimo espero que Primark cambie su política respecto a las madres lactantes" considera.
Una de las madres más jóvenes en la convocatoria es Claudia Rodríguez. Tiene sólo 24 años, pero sostiene en brazos a su pequeño de 7 meses, que mira algo alarmado el gran revuelo frente a la tienda. "Defiendo la naturalidad. Estamos en una vida moderna que tiene más de moderna que de vida".
Para Bárbara, de 29 años, que los bebés mamen es algo básico. Se ha juntado con las otras madres para defender "la libertad de poder amamantar cuando quiera. Cuenta que han llegado a increparla: "Pareces una gitana, todo el día con la teta fuera".
"Es un derecho del bebé y de la madre poder alimentarse en cualquier lugar. No es nada malo" cree Diana, psicóloga de 30 años, mientras su hijo se retuerce en sus brazos.
Peor es el caso de Ariana García, que se dedica a cuidar a sus hijas, y se siente identificada con las mujeres expulsadas de Primark. Cuenta que, cuando llevó a su hija mayor a un cumpleaños al cine del mismo Isla Azul y se dispuso a darle el pecho mientras esperaban, el guardia de seguridad la instó a abandonar el lugar porque "molestaba a los clientes". "Los niños no conocen de horarios, quieren comer y comen" manifiesta. Su hija tiene ya un año y medio, y su otra niña tres, y hasta esa edad pretende amamantarlas. "Igual que vemos normal dar un biberón, quiero que sea normal dar el pecho".
SIN RESPUESTA OFICIAL
Hay algunas mujeres que se han acercado sin hijos. Es el caso de Cristina, que trabaja en un almacén y no tiene niños pero ha acudido para "apoyar" la iniciativa. "Yo no doy el pecho, pero si el bebé tiene hambre... da igual donde estés", mantiene.
Isabel ha acudido con cinco de sus nietas y su hija, y cree que no hay ninguna razón para taparse al dar el pecho, "como antiguamente se hacía". "¡Es tan bonito verlas!", exclama al mirar a su hija amamantar a su nieta más pequeña. Sus otras nietas son niñas, pero también han acudido con muñecos a los que fingen dar el pecho.
Primark no se ha pronunciado aún sobre el incidente. Los encargados de la tienda de Isla Azul tampoco quisieron realizar declaraciones a este medio.

Tetada a la española. Madres de toda España han acudido esta viernes a las puertas de tiendas Primark para protestar por la política empresarial de la tienda de ropa, que ha expulsado más de una vez a clientas de sus tiendas por amamantar en público.
El movimiento ha sido organizado por Carmen Vega, una mujer vallisoletana y madre de 3 niños que entró en el Primark de su ciudad el 10 de agosto amamantando a un bebé de 7 meses. El guardia de seguridad la invitó a usar los lugares habilitados para ello para no "incomodar a los clientes".
Carmen dió rienda suelta a su indignación en Twitter, y a su estela salieron a la luz numerosos casos de mujeres que habían recibido el mismo trato en locales de la cadena irlandesa, tanto en España como en otros países.
"Hemos oído de casos en restaurantes, en una piscina, en un museo...pero Primark acumula varias denuncias, y no conocemos otro caso tan asociado a una marca concreta", ha asegurado Carmen a El Huffington Post. Su reclamación aún no ha recibido respuesta.
El objetivo de la convocatoria frente a los locales es "normalizar el tema, que no se vea como un acto obsceno, sino algo normal. Los bebés no eligen cuando tienen hambre", sostiene Vega.
En la iniciativa participan dos afectadas de Jerez y Murcia que también fueron expulsadas por amamantar en un Primark. Además de reivindicar el derecho a dar el pecho en público, las concentradas entregarán una queja conjunta a los centros y otra a la Defensora del Pueblo. "A ver si hacen una ley que nos proteja de la discriminación", espera Carmen.
"PARECES UNA GITANA, TODO EL DÍA CON LA TETA FUERA"
En la capital, las madres se han concentrado frente al Primark del centro comercial Isla Azul, en Carabanchel (Madrid). Unas 30 habían confirmado su asistencia, pero al final fueron más de 50, algunas acompañadas de sus parejas y otras sin sus hijos.

Aida Martín López, técnico de laboratorio de 30 años, ha acudido a la convocatoria "para reivindicar el derecho de los bebés a amamantar en cualquier lugar". Ha acudido con su niña de 7 meses, que mama mientras su madre cuenta que tiene un hijo más mayor al que amamantó hasta los 3 años.
"Creo que la lactancia materna tiene poco apoyo, las madres a veces se ocultar para dar el pecho, y cuanto más se vea más normal será. Como mínimo espero que Primark cambie su política respecto a las madres lactantes" considera.

Una de las madres más jóvenes en la convocatoria es Claudia Rodríguez. Tiene sólo 24 años, pero sostiene en brazos a su pequeño de 7 meses, que mira algo alarmado el gran revuelo frente a la tienda. "Defiendo la naturalidad. Estamos en una vida moderna que tiene más de moderna que de vida".
Para Bárbara, de 29 años, que los bebés mamen es algo básico. Se ha juntado con las otras madres para defender "la libertad de poder amamantar cuando quiera. Cuenta que han llegado a increparla: "Pareces una gitana, todo el día con la teta fuera".
"Es un derecho del bebé y de la madre poder alimentarse en cualquier lugar. No es nada malo" cree Diana, psicóloga de 30 años, mientras su hijo se retuerce en sus brazos.

Peor es el caso de Ariana García, que se dedica a cuidar a sus hijas, y se siente identificada con las mujeres expulsadas de Primark. Cuenta que, cuando llevó a su hija mayor a un cumpleaños al cine del mismo Isla Azul y se dispuso a darle el pecho mientras esperaban, el guardia de seguridad la instó a abandonar el lugar porque "molestaba a los clientes". "Los niños no conocen de horarios, quieren comer y comen" manifiesta. Su hija tiene ya un año y medio, y su otra niña tres, y hasta esa edad pretende amamantarlas. "Igual que vemos normal dar un biberón, quiero que sea normal dar el pecho".
SIN RESPUESTA OFICIAL
Hay algunas mujeres que se han acercado sin hijos. Es el caso de Cristina, que trabaja en un almacén y no tiene niños pero ha acudido para "apoyar" la iniciativa. "Yo no doy el pecho, pero si el bebé tiene hambre... da igual donde estés", mantiene.

Isabel ha acudido con cinco de sus nietas y su hija, y cree que no hay ninguna razón para taparse al dar el pecho, "como antiguamente se hacía". "¡Es tan bonito verlas!", exclama al mirar a su hija amamantar a su nieta más pequeña. Sus otras nietas son niñas, pero también han acudido con muñecos a los que fingen dar el pecho.
Primark no se ha pronunciado aún sobre el incidente. Los encargados de la tienda de Isla Azul tampoco quisieron realizar declaraciones a este medio.
Los mercados de hoy tienden cada vez más hacia la globalización, es decir que ya no establecen sus actividades en un mismo lugar, sino que por el contrario, traspasan las fronteras nacionales. Las empresas que se constituyen en países diferentes al de su origen, se les conoce como Multinacionales y Primark es una de ellas. Esta cadena de ropa irlandesa, que actualmente se encuentra en países como España, Portugal, Alemania y Bélgica, ha demostrado que el proceso de internacionalización compromete mucho más que factores económicos. Cuando una compañía decide hacer negocios con otros países, es fundamental que esta comprenda la influencia cultural del contexto en el que se va a establecer. Respuestas culturalmente inadecuadas y malas interpretaciones pueden resultar en el fracaso de los negocios que involucren diversidad cultural.
ResponderBorrarEn esta noticia precisamente se puede observar un caso particular de conflicto que tuvo que vivir la empresa al prohibir la lactancia en las zonas comunes de uno de sus almacenes en España por consideralo un acto obsceno. A pesar de ser una política de la compañía a nivel internacional, las mujeres españolas indignadas salieron a protestar por su derecho a amamantar en cualquier lugar. Definitivamente, un proceso de negociación intercultural involucra diversas formas de pensar y de comportarse, por lo que es indispensable que los directivos de Primark replanteen sus políticas internas para encontrar un punto de encuentro en el que se respeten los derechos de ambas partes.
El desafío de las empresas consiste en descubrir e implementar planes para evitar los choques culturales que suceden frecuentemente en los negocios internacionales y que pueden acabar con ellos. Crear salas de lactancia dentro del almacén, es una posible solución al problema por el que pasa la empresa, ya que estas les permiten a las usuarias acudir con total intimidad a todas las necesidades de su bebé en cualquier momento. Resolver los conflictos interculturales implica mucho más alla que establecer políticas, compromete a ambas partes a ser tolerantes frente a las diversas perspectivas de la situación. España es un país supremamente multicultural, por lo que se hace necesario generar un cambio de pensamiento en el que se respetan los comportamientos del otro y se hacen respetar los propios por una convivencia más sana.
Si bien la noticia no es una negociación en el sentido más estricto, si muestra los choques culturales producidos entre diferentes grupos, en este caso una empresa de origen británico, y madres españolas enfurecidas por la discriminación.
ResponderBorrarCabe resaltar que si bien la Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna durante mínimo los dos primeros años de vida del infante, en los países industrializados pocas madres siguen dicha sugerencia.
La publicidad agresiva de las fórmulas (con sus falacias sobre la superioridad nutricional de las mezclas en polvo), la falsa creencia sobre la pérdida cualitativa de la leche materna en la lactancia prologada, el culto a la belleza que impide que muchas mujeres amamanten por temor a perder "sus atributos", y el desconocimiento por los derechos de los niños y las mujeres son algunas de las causas por las cuales una tienda como Primark tiene la osadía de expulsar a sus clientas por amamantar en público dentro de la tienda, un hecho que va en contra del derecho y estigmatiza a las madres.
La lactancia en público no debería ser la excepción, sino la regla de una sociedad que pretende ser justa y saludable. La sexualización de los pechos femeninos en los medios, y en la sociedad ha generado el rechazo a la lactancia en público, negando la función principal para la cual existen en primer lugar: alimentar, dar vida a los hijos.
Primark ha tomado una posición insostenible para sus relaciones públicas, que puede traer consecuencias negativas para la empresa en el mediano y largo plazo: finalmente son las madres quienes tomas las decisiones de compra en la mayoría de los hogares, sin el apoyo de este importante grupo, la cadena podría entrar crisis. La demanda agregada de las madres es fundamental para el mantenimiento de la organización (especializada en ropa femenina).
En años recientes, el debate sobre la lactancia en público no ha dado tregua en las redes sociales y los medios informativos; la posición del gigante Facebook al censurar las fotos de madres lactando, o de otras compañías que has osado cuestionar dicha práctica ha originado protestas y boicots en diferentes lugares del mundo. Luego vienen las disculpas y las manifestaciones de "tolerancia" a la lactancia en público, soportadas a condición de no tener madres enfurecidas con pechos desnudos a la entrada de los locales.
Las interferencias en la comunicación suceden todo el tiempo. En todos los lenguajes, lugares y culturas.
ResponderBorrarNo hay una forma "universal" de comunicación, cada cultura tiene reglas propias (tácita e implícitas) que rigen las formas de comunicación (verbal, oral, escrita y no-verbal) entre las personas y las instituciones.
Las dificultades en la negociación intercultural surgen cuando una de las partes no logra comprender el significado que tienen sus acciones o palabras en el otro sujeto.
El caso de las madres y Primark ejemplifica de forma clara cómo las limitaciones para diferenciar los sistemas de creencias de los demás puede traer consecuencias inesperadas.
Cabe agregar que el incidente no se hubiese presentado si la organización hubiese previsto este tipo de incidentes y capacitado a su personal para enfrentar situaciones como la que se presentó en el almacén de Madrid, que se suma a otros acaecidos en el pasado.
Aún falta esperar la respuesta de la cadena, quizá esta vez tenga una aproximación más políticamente correcta frente al sensible tema de la lactancia en público.